La lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida aporta muchos beneficios tanto al niño como a la madre. Entre ellos destaca la protección frente a las infecciones gastrointestinales, que se observa no solo en los países en desarrollo, sino también en los países industrializados. El inicio temprano de la lactancia materna (en la primera hora de vida) protege al recién nacido de las infecciones y reduce la mortalidad neonatal. El riesgo de muerte por diarrea y otras infecciones puede aumentar en los lactantes que solo reciben lactancia parcialmente materna o exclusivamente artificial.

La leche materna también es una fuente importante de energía y nutrientes para los niños de 6 a 23 meses. Puede aportar más de la mitad de las necesidades energéticas del niño entre los 6 y los 12 meses, y un tercio entre los 12 y los 24 meses. La lecha materna también es una fuente esencial de energía y nutrientes durante las enfermedades, y reduce la mortalidad de los niños malnutridos.

ALIMENTACIÓN EN EL PRIMER AÑO DE VIDA DEL BEBÉ

• Durante el mes 0 a 6 meses lactancia materna.
• 6-7 meses purés y papillas de verduras, frutas, carnes (ternera, pollo, pavo, res, cerdo, hígado) y cereales.
• 7-8 meses leguminosas.
• 8-12 meses incluir derivados de la leche (queso, yogurt).
• Más de 12 meses huevo, pescado, frutas cítricas y leche entera.